Iniciamos esta semana una serie de cinco posts en nuestro blog enfocados a ilustrar de una manera sencilla y práctica las tecnologías disruptivas que ya están invadiendo nuestra vida cotidiana, tanto a nivel personal como a nivel profesional y empresarial. Esta serie tratará los siguientes campos tecnológicos: 5G, Internet de las Cosas, Big Data y Servicios Cloud, Inteligencia Artificial y Robótica y por último, Tecnología de Bloques o Blockchain.
Como curiosidad, la evolución tecnológica de los últimos 15 años ha sido tal que con la capacidad del procesador de un actual iPhone XS en el año 2000 podríamos haber gestionado casi todo el tráfico de la ciudad de Valencia. Dicho procesador es un A12 Bionic que combina una CPU de seis núcleos para tareas de cálculo, eficiencia y un nuevo controlador que se encarga de repartir las tareas de manera dinámica.
5G y la tecnología llevada al límite
Los recientes anuncios de varias operadoras han puesto en boca de todos el deseo de poder usar ya el protocolo 5G en nuestras comunicaciones móviles. El 5G es básicamente un acrónimo para referirse a la red móvil inalámbrica de quinta generación que consigue un trenzado de paquetes de datos a altísimas velocidades y muy baja latencia (tiempo que tarda en transferirse un paquete de datos en la red), además de aumentar considerablemente el número de sensores o dispositivos conectados, (hasta 100 dispositivos a la vez por celda en no más de un metro cuadrado). Es lo que se conoce como tecnología MIMO (Multiple-Input Multiple-Output) para celdas y antenas.
Hablando de velocidad de transferencia de datos, con esta quinta generación de la tecnología se espera que la tasa de datos sea de 10 a 100 veces mejor que las actuales redes 4G, 4G+ o LTE, logrando velocidades en dispositivos móviles de 20Gbps (incluso con picos más altos) que para hacernos una idea, sería 100 veces superior a las velocidades que nos ofrece a día de hoy la fibra óptica doméstica. Con respecto a la reducción de la latencia, actualmente podríamos hablar de latencias de 100 milisegundos en las redes 4G y de 20 milisegundos en las 4G+. Sin embargo, se espera que la latencia en las redes 5G disminuya hasta alcanzar entre 1 y 4 milisegundos. ¡Impresionante!
Gracias a las ventajas que ofrecerán las redes 5G, la experiencia de usuario al utilizar nuestros teléfonos va a cambiar por completo, ya que si ahora son los dispositivos más utilizados para conectarnos a Internet (95% del tráfico global de datos), las grandes velocidades y la baja latencia del 5G harán posible que podamos realizar todo lo que hacemos hoy en día pero con una mejor sensación de usuario, inmediatez, multi-dominio y seguridad.
Con estos datos de mejoras en la velocidad, calidad de conexión, y variedad de dispositivos, las redes 5G nos conducen a la era del Internet de las Cosas (IoT) que nos permitirá crear un verdadero ecosistema que transcienda a los smartphones y que será la pieza clave para crear verdaderas smart cities con un número ilimitado de dispositivos conectados.
Aplicaciones de la tecnología 5G
En el sector de la Industria de Bienes y Equipos, se puede esperar que la mejorada velocidad de conexión permita que las máquinas sean capaces de recibir instrucciones de manera instantánea y puedan ser mucho más eficaces. Por su parte, el sector de la automoción y el Car2Car también presentarán grandes avances, ya que los vehículos podrán recibir información en tiempo real gracias al 5G, lo que permitirá que los conductores conozcan aspectos del entorno que les permitan tomar decisiones al momento para evitar todo tipo de accidentes e imprevistos.
Las grandes plataformas cinematográficas y compañías de videojuegos también podrán sacarle partido a las grandes velocidades y baja latencia del 5G para ofrecer a los usuarios una experiencia de inmersión única muy mejorada con realidad aumentada, streaming contínuo e interacción.
También el 5G tendrá su aplicación en la medicina, facilitando que los médicos y los pacientes puedan interactuar mucho mejor en cualquier momento y lugar. La realidad virtual de alta calidad facilitará mucho el estudio de enfermedades y sus causas, así como el tratamiento de forma remota a los pacientes. Nuevos sensores o dispositivos conectados al 5G podrán generar cierta información que nos ayude a detectar cualquier problema de salud o incluso a ajustar ciertas medicaciones. Eso por no hablar de la posibilidad de que un especialista pueda enviar información o instrucciones a otras personas sanitarias en un caso de emergencia.
Por último y respecto al desarrollo de esta tecnología en España, el Ministerio de Economía y Empresa (MEE) sigue actualmente las directrices del Plan Nacional 5G (2018-2020) estableciendo las líneas maestras de actuación para que en 2020 podamos navegar por Internet desde el móvil a una velocidad que alcanzará los 10 Gbps. Y así se subastó en julio pasado la primera banda de frecuencias (3,6-3,8 GHz), que es la considerada prioritaria para facilitar el despliegue inicial de 5G, con concesiones a 20 años y la participación de empresas como Movistar, Orange, Vodafone y Másmóvil.