Twitter y el problema de deshumanizar las empresas

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Era feliz en su matrimonio
Aunque su marido era el mismo demonio
Tenía el hombre un poco de mal genio
Y ella se quejaba de que nunca fue tierno
Desde hace ya más de tres años
Recibe cartas de un extraño
Cartas llenas de poesía

Así empieza la famosa canción de 1974 «Un ramito de violetas» de Cecilia donde nos contaba (yo no había nacido, pero sigue siendo un hit) la historia de una mujer que recibía cartas de un extraño y eso la hacía muy feliz. El amante era su marido, que la conocía muy bien y quería que fuera feliz. Una canción que refleja una realidad matrimonial que antes era muy habitual, entiendo que cada vez menos, pero que nos indicaba dos cosas: una mujer vivía pensando que tenía más información que su marido, y un marido que teniendo toda la información, callaba.

Hoy Twitter nos demuestra dos cosas: por una lado nos deja claro que no nos conoce, pero por otro lado todos sabemos que tiene información más que suficiente para conocernos. ¿Qué falla entonces, por qué Twitter parece que no nos conoce? Lo veremos ahora.

Todo tiene que ver con el carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, azufre y fósforo. Tiene que ver con los más de 50 billones de células que tiene el cuerpo humano. Cada uno de nosotros somos un ejemplo viviente del Big Data, todo nuestro sistema neuronal maneja más datos que cualquier super ordenador. Pero nosotros tenemos algo que las máquinas no tienen, por mucho que las enseñen a comprenderlo, el sentido común.

Y es que la revolución digital nos ha traído todo pero no puede sustituir al hombre, por mucho que nos empeñemos la mejor forma de entendernos es comprendernos, pero el Big Data no puede hacerlo. Puede entender comportamientos de segmentos, de targets, grupales, puede hacer predicciones, proyecciones, incluso puede analizar una proyección y evaluar un resultado. Pero no puede saber si estoy ironizando, al menos no puede saberlo al 100%.

Si una víctima del terrorismo dice en Twitter «que bueno eres Otegui» ¿verdad que todos sabemos que es ironía? pues eso para una máquina de ceros y unos es complejo de entender.

Por eso Jack Dorsey, Presidente Ejecutivo de Twitter, ha declarado ante congresistas de USA  que Twitter no estaba preparado para la avalancha de fake news que han aparecido en los últimos años, y también que su compañía no utiliza la ideología para tomar decisiones. Pero eso no implica que grupos de presión perfectamente organizados realicen acciones de denuncia de perfiles contrarios a sus ideas con el fin de bloquear sus perfiles. Éste ha sido el caso de muchas personas en España, que han visto como se les bloqueaba la cuenta por tuits que no eran ofensivos. ¿Y por qué? pues porque no hay una persona que lo revise, porque Twitter ha crecido en potencial y en cuota de mercado de forma exponencial, pero no ha acompañado ese crecimiento con personal. Si Amazon crece, crecen los almacenes, lógico, ¿no?. Pues Twitter no.

Donald Trump se quejaba sobre la influencia que ejercían las redes (se refería a Twitter) en contra de su Administración.

Twitter 2

Incluso podemos imaginar que alguien que ha sido condenado en sentencia firme por robar o por terrorismo reciba calificativos de «ladrón» o de «terrorista», pero claro, si varias personas denuncian en Twitter que a un amigo le dicen eso, Twitter podría cerrarles la cuenta por faltar al respeto. Compleja situación difícil de resolver solamente con máquinas.

Esto en un principio no era un problema, pero ya lo es, ¿y por qué sabemos que lo es? pues porque Twitter ha empezado a pedir ayuda públicamente, hace días que reclama opiniones para mejorar sus políticas y empiezan a tratar la cuestión https://blog.twitter.com/official/es_es/topics/company/2018/NuevasPoliticasJuntos.html

 

Sea como fuere, Twitter ha encallado en el mayor problema que una red social puede tener, la inseguridad. Si no pone remedio en el corto plazo, las nuevas generaciones verán esta red social como un producto residual, actualmente se entiende como un foco de noticias y quejas, de discusión y de difusión de ideas. Pero ha dejado su faceta «friendly» a redes como Instagram, que crece sin freno (ya hablamos de ello en el artículo anterior). La idea de que Twitter es bronco se empieza a instalar en un segmento de la población que ha crecido laboralmente con esta red, por lo que podría sufrir su mayor parte de bajas entre los 30 y los 45 años. 

Esperemos que Twitter reaccione y aprenda a «saber quienes somos» porque sino generará un ejército de descontentos que no volverán y desarrollarán sus necesidades de comunicación en otros foros.

 

Buen día 🙂 #LetsDigital

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